La otra parte de mi.

Fuerte, decisiva y con fuerza de voluntad, pero la más tontorrona y sensible, tengo mi punto débil, pero pocas personas lo conocen, tengo todo lo bueno y lo malo que da una vida llena de situaciones difíciles.
Adoro a mi familia, pero sobre todo a mis hermanos, y a mi sobrina, son lo más grande para mí, solía confiar en la verdadera amistad, pero ahora prefiero confiar en mí misma, porque una traición puede partirme en dos, me han dado tantas puñaladas que creo que ya me he acostumbrado a la situación.
adoro el chocolate, los animales y el algodón de azúcar, en ocasiones puedo dar la impresión de falta de sensibilidad, pero no soy así, sólo trato de proteger lo que un día fue dañado. Me doy cuenta de mucho más de lo que parece.
Mis mejores amigos tienen seis y ocho años más que yo, sí, exacto, son mis hermanos, y aunque la gente no lo entienda, ellos han sido los únicos que han estado ahí siempre, sin condición alguna, los que me han abrazado cuando más lo necesitaba, por eso son todo y mucho más de lo que necesito.

Prefiero una verdad que me duela, dicha toda de golpe,es decir, prefiero un golpe duro que cien de dolor mediano, aunque me hunda, tengo dentro una luz que se enciende, que tiene afán de supervivencia y que sabe que a mí nadie me para los pies, que soy fuerte y puedo con todo, que puede que sea tímida, pero no soy cobarde.
Unos días me quiero, y otros simplemente me soporto.
Mmmm... ¿Amor? Es algo difícil de explicar, siempre supe que había que tener mucho cuidado con ese tema, pero irónicamente fui la primera que no lo tuvo, y que ahora cuenta con una gran cadena de errores que en su día no supo cómo solucionar.
Hay cosas que no voy a asumir nunca, eso lo sé, y mientras lo único que hago es intentar aprender a vivir con lo que tengo y con lo que me falta.
Mi nombre real es Bárbara, pero desde siempre me han llamado Babi, tanto mi familia como mis amigos más íntimos.
Adoro la comida de los comedores escolares, y admito que los potitos de frutas para los bebés están para chuparse los dedos, pero sin embargo, pocas son las comidas de mi madre que me gustan.
Soy una fanática de Dani Martín, una afición extrema, media vida siguiendo a ese chico de ojos claros y voz prodigiosa, con su lema por bandera, y sin agobiar. Sigo cantando esas canciones una vez, otra, y otra más bajo en grifo de la ducha, aunque no sé cantar, pero lo hago, y no tengo explicación al respecto.
El mejor regalo de Navidad que me puedan hacer, es ver a toda mi familia junta, una vez más, comiendo turrón, riendo, por un motivo o por otro, siempre he tenido claro que son mi vida, lo único que necesito.
Y cuando estoy mal, pienso en todo lo que son ellos, en todo lo que ellos son para mí, porque siempre serán los cimientos de mi todo.
Adoro los números y la biología, pero nunca me he llevado bien con los idiomas ni con la literatura.

¿Un sueño? Medicina. 

Eso no me lo va a quitar nunca nadie, por nada del mundo, ni siquiera yo podré olvidarlo, porque lo recordaré cada vez que mire atrás. 
Suelo tener las uñas de los pies pintadas aunque sea invierno y nadie pueda verme los pies, y también abrazo mi almohada cuando duermo, nací una zona fría y no he visto nunca más de tres centímetros de nieve junta, bueno, en realidad sí la he visto, pero hace tanto tiempo que ya ni la recuerdo. 
Prefiero una comida familiar antes que una fiesta con amigos, y un abrazo de cualquiera de mis hermanos antes que una cita con cualquier otro chico.
En fin, así soy yo, un poquito diferente, o quizás no, en fin, soy yo, sin más, rara, extraña o especial, como lo quieras llamar.
Como decía mi hermano : "Pequeña, no eres rara, eres especial en un mundo de locos que no te comprende"

2 comentarios:

LM# dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

abrazame hermana , has dicho que a veces crees que estas muerta , vale pues jurame que no lo creeras nunca mas por que has escrito que no te gustavan las mentiras y eso es mentira , estas viva , APROVECHALO , por lo demas , no tengo palabras.

de tu amigo de taller ,el del museo