26 de enero de 2013

Por la casualidad que nos dio el soplo de vida.

Hoy me he puesto a pensar en las cartas de amor, en las muestras de cariño, en los abrazos que podrían abarcar toda una cuidad, son cosas que una chica sueña siempre sueña con recibir y que rara vez un hombre proporciona.
Lo extraño que es todo, no? Nos enamoramos de personas que nunca nos querrán, o que nos querrán mal, se enamoran de nosotros personas por las que desgraciadamente nunca podremos sentir nada, y personas que se quieren más que a nada tienen que estar a veces separadas.
Pero siempre hay excepciones, porque si realmente es la persona más perfecta, si realmente es lo que se conoce como tu media naranja, como el amor de tu vida, estará ahí, contigo, y nada ni nadie os separará.
Dicen que el amor es complicado y demasiado doloroso, pero no importa, que lloras y que sufres a la par que sonríes, pero tampoco importa. En realidad no importa nada, no importa nada de eso, ni lo más mínimo, lo único que importa es lo que tú puedas llegar a sentir, esa sonrisa bobalicona cada vez que te mira, esa corriente eléctrica en el corazón a cada abrazo, y aunque pasen mil cosas, todo merece la pena por estar a su lado, por sentir que está hecho para ti, por sentir que es el amor de tu vida.
¿Qué importa si se cae el mundo, si toda el agua el mundo desaparece, si se pierde el rastro de arena en cada playa? NADA.
Que muera hasta la última estrella si puedo seguir sintiéndome tan feliz a tu lado.
Ya no es ni siquiera por cada vez que te miro a los ojos y pienso que me encantan, que los quiero para mí, sino es por cada beso tan suave, tan dulce, por cada caricia, por cada suspiro, por cada buenas noches, princesa. No esperaba que apareciera alguien así, alguien como tú, y miento si niego que durante mucho tiempo juré no volver a sentir lo que siento, pero en realidad no fui más que otra persona equivocada al extremo. Dices que soy todo valor que te falta, pero en realidad fui la que más miedo tuvo, pero bueno, no se es valiente si no se tiene miedo, si detrás de la fuerza de cientos no está la mirada de una niña triste.
Por ser esos ojos verdes que me matan, por ser esos besos en el cuello, los susurros, las manos entrelazadas, por saber todas las cosas que yo no sé, por hacerme sentir lo que nunca antes había sentido, por ser todo lo que siempre había esperado y lo que posiblemente no merezco, pero sobretodo, por ser el chico del museo, el que me demostró todo lo que había de bonito en el mundo, lo azul que puede ser el cielo, lo alto que puede subir una ola del mar, o lo roja que puede ser una rosa.
Brindo porque aprendimos que hay palabras que pueden salir del alma, que pueden hacerte sentir la persona más dichosa, porque hay candados en puentes que no se abren ni se abrirán, números que son mucho más que eso y casualidades que han servido para darnos ese soplo de vida.
Pasamos por una de las pruebas más duras, fueron los tres meses más complicados, pero en cierto modo los agradezco, porque me sirvieron para darme de cuenta de muchas cosas.
Es como cuando te distraes y sin poder evitarlo llegan a tu mente pensamientos que te hacen darte cuenta de que quieres a alguien mucho más de lo que nunca podías haber imaginado, de que te encanta su olor, su simple tono de voz y la forma en la que sonrie, tan ligeramente; Esos meses me hicieron darme cuenta de que estaba dispuesta a pasar todo por mantener ese NOSOTROS.
A veces me pregunto porqué fui yo la elegida, pero me enseñaste que no hay nada que entender, sino mucho que aceptar.
Ya hace prácticamente un año que empezó todo, que empezó esa amistad que quizás siempre fue mucho más, y todo este tiempo después tengo mucho que decirte, que si todo está como está es por ti, porque has sacado esa sonrisa que tanto te gusta infinidad de veces, que mi mayor miedo, el que más tristeza me causa, el mismo que intenté ocultar tanto, sólo podrá desaparecer si estoy contigo, que siento que todo puede ir bien sólo si estamos juntos.
Te lo digo siempre, estás loco, y tú siempre respondes lo mismo, que sí, pero por mí.
Me matas a cosquillas y yo me quejo pero me encanta, haces trampas, empiezas guerras que sabes que perderás.
Miras de una manera especial, una manera que dice mucho más que mil palabras, apartas el pelo y contemplas siempre de la misma manera.
Sólo sé que tienes algo, algo que si me falta se me acaba la vida, quizá ese algo seas tú, de principio a fin, sin más, o quizá sea la dopamina que desprendo, todo lo que me haces sentir.
No tengas prisa, nunca, por nada, cojámonos de la mano, corramos detrás del viento, subámonos a cualquier nube del cielo, tenemos todo el tiempo mundo para nosotros, te regalo el mío, te regalo hasta mi último segundo, hasta el último gramo de amor del universo, te regalo los momentos más bonitos, un futuro juntos, un paseo por la playa y una noche contando estrellas, todo lo que quieras y más, sólo cierra los ojos e imagina con total libertad,
Recuérdalo, nada ni nadie me va a separar de ti, te lo prometí; Porque eres mi vida, mi niño, todo lo que me faltaba, mi trocito de alma, además, ¿Por qué  tengo que dar explicaciones? Porque te amo, y punto, más que a nada en este mundo.
MIÉRCOLES TRECE DE JUNIO.

No hay comentarios: