Fui a parar en la calle del amor, me escondí detrás del viento, hice de mi vida una película de comedia aunque a veces no haya podido seguir el guión, una locura más que pronunciada, recuerdos y unos bonitos hoyuelos son hoy mi premio de consolación.
He hecho preguntas que nadie va a responderme nunca, he llorado cuando no tenía que hacerlo, he abrazado y me he dejado el alma y he rebosado de felicidad.
Las nubes me han contado miles de historias, he descubierto que mejor tarde que nunca, y que por mucho que a veces no lo parezca hay personas que no merecen una sola lágrima, y que hay otras que no personas valoramos, pero que siempre están ahí, que los sueños son lo único que le queda al ser humano, que hay situaciones que son como las gotas frías, tienes dos maneras de encajarlas: Quéjandote, o aguantar esperando a que pase la tempestad.
Puedes arrepentirte de muchas cosas, de cosas que no has tenido ni vas a tener, de todo lo que no merecías, o de lo rápido que pasa el tiempo y de lo mucho que te arrebata; Pero qué ganas? Nada, así que llena dos copas de sonrisas y recuerda que la vida es como tú la quieras ver, porque todo depende del color del cristal por el que se mire.
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