13 de mayo de 2011

Papeles invertidos.

Hoy, me planteo la siguiente pregunta: ¿Se habrán invertido los papeles? ¿De verdad ellos que se supone que deben ser los mas fuertes, valientes y a estar mas experimentados a la hora de los problemas, son los que menos les temen? ¿De verdad son ellos los que aconsejan a los inexpertos en la vida para formarlos como personas para formar a las personas que un día serán el presente?
¿De verdad somos nosotros, los inmaduros, cobardes que dan el toque divertido a la vida?
 A la hora de los problemas, son los primeros que temen a las consecuencias de sus actos.
Y ahí es cuando yo pienso lo siguiente: Te caes? Te comes el suelo? Te levantas, escupes la sangre, y sigues andando. No tienes otro remedio, quizás pienso de esta manera, porque he soportado cosas, situaciones que nunca tenia que haberme imaginado a mi corta edad, quizás porque tengo determinadas experiencias no demasiado bonitas, pero eso te ayuda a madurar, a reforzarte como persona, a aguantar los trastazos, a aprender que nunca se ha luchado lo suficiente.
El ser humano nunca aprende a vivir, porque nunca sabes lo que en destino te depara, todos tenemos aspiraciones, sueños y razones por las que seguir adelante, pero nunca sabes si tendrás la suerte, o el suficiente coraje para hacerlos realidad, o te quedarás con la espina clavada anhelando cada noche, siempre, lo que nunca tuviste pero rozaste con la yema de los dedos.
Quizás no tengo suficiente autoridad para decir esto, pero muchas veces la sociedad se equivoca con la gente joven, creen que somos débiles, pero sin embargo se equivocan, a medida que va pasando el tiempo, la sociedad se vuelve mas caótica, y peligrosa para la gente que de verdad tiene un buen corazón, las personas en las que confiás, de buenas a primeras, por motivos o por otros, te dan la espalda, y sin embargo siempre acabamos fiándonos siempre de quien no debemos. Poco a poco, los supuestos débiles no hacemos fuertes, a la fuerza, a la orden de sí o sí.
Ahora, realizo una pregunta a la gente que rodea ,en este mundo de locos. ¿De verdad merece la pena dejar de luchar tan pronto? No, para mí no la merece, rendirse es la opción fácil, y cada día que pasa, me voy dando cuenta que quiero luchar, una vez mas, para demostrar que nada es imposible, y que quien diga lo contrario miente.

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Me gustaría recomendarte también la lectura de esta otra entrada de mi blog: Algún día cumpliremos nuestro sueño.
Un besito, Babi.

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