Tendrás que demostrarlo.

Como me arrepiento de aquello, de haberte regalado tantas cosas, de haber sido transparente y quererte tanto, porque del daño que me hiciste, lo rompiste todo, y ahora no puedo confiar, no puedo, me da miedo, me acojona volver a sentir, ya ha pasado casi un año de aquello y yo sigo teniendo dudas, pero no contigo, verte fue lo último que he superado, es por los demás, porqué sé que todos no podéis ser iguales, aunque a veces lo dudo; Que alguno tendrá que haber que no sea como tú, y sé que puede tratarme mil veces mejor que tú, pero la felicidad es extraña, sube, y sube, y cuando estás en el apogeo, en el clímax, se desploma, se te escapa y se rompe, y una vez más te sientes mal, o peor, por culpa de todo aquello, del pasado, ahora no puedo confiar en el presente, me trataste como un entretenimiento, y gracias eso, no quiero volver a jugar, sí, lo sé, soy injusta, y lo siento, pero si de verdad le importo, si de verdad no me quiere pedir, sino dar, tendrá que demostrarlo, cada día, porque el amor no es solo palabras, son hechos, son momentos, detalles. Tendría que cogerte y darte dos hostias, por imbécil, y disculpa mi vulgar vocabulario, pero es lo que siento, y lo que haría, porque si siento esto ahora, si no lo tengo claro, y si va a tener que luchar más de lo normal por mi, es por lo que tú me hiciste, por la marca que me dejaste.
Cariño, lo siento, pero si siempre ha sido difícil estar a mi lado, ahora tendrás que esforzarte más todavía, no es porque seas peor que él, todo lo contrario, es que tendré que aprender, y mentalizarme pensando que tú no volverás a abrir ciertas heridas, que podrán cerrarse y cicatrizar.
Tres meses, tienes eso para demostrármelo cada segundo, y si para entonces sigues con esa opinión, prometo una oportunidad, no más miedos, no más dudas y más amor, porque para entonces, sabré que existe alguien que no quiere hacerme daño, y ese serás tú.
Lo peor de los malos es que te obligan a dudar de los buenos;
Incluso cuando no quieres.