19 de mayo de 2011

La cuestión es saber vivir poco a poco.

Hoy, escribo estas lineas, porque lo necesito, por que la presión sobre mis hombros es excesiva, a si que lo hago, me siento encima de mi cama, respiro, y tomo la decisión de escribir todo lo que siento en estas lineas, no me importa si es corto, o excesivamente largo, tanto que se vuelve un autentico suplicio leerlo, solo escribiré lo que siento, palabra por palabra.
A veces me cansó me canso de luchar, y las lágrimas caen sobre mis mejillas, no me siento nadie, solo dolor, e impotencia, impotencia de tener que oír esas palabra, aquellas palabras que no son para nada justas, sino todo lo contrario, y tengo ganas de gritar, de darle golpes a todo, y me pregunto el porqué de todo, solo pido una simple razón que sea lo suficientemente buena para hacer que entienda porque el mundo a veces es tan cruel con la gente que es honrada, a veces sentimos que el mundo no nos quiere para nada, incluso que nos ha dado la espalda, pero en ese mismo momento, me dí cuenta, de que una vez me estaba equivocando, y que de una forma errónea había descendido de nuevo a este mundo que un día abandoné, este mundo que abandoné porque no me sentía cómoda. Y justo en el momento preciso, caí en la cuenta de que debía volver al mundo que yo misma cree para mí y para la gente que de verdad quiero, ascendí de nuevo al pequeño lugar donde encuentro la felicidad, ese lugar donde las cosas son fáciles, y donde las cosas no se vuelven extrañas.
Al volver de nuevo a ese recoveco de mi corazón, me doy cuenta de que no debo hacer las cosas mas liadas de lo que a veces ya son, y no debo preguntarme un porqué de las cosas que simplemente no lo tienen, o sencillamente, esa respuesta está en algún lugar de mí, y estoy tan acostumbrada, que ni siquiera soy capaz de percibirlo.
Por eso sencillamente, continuo con el camino, y prometo seguir con mis principios, seguir siendo yo, seguir siendo esa niña fuerte, que se esconde detrás de una cara de niña buena y una gran sonrisa.
Solo verás el brillo del sol entrando por la ventana de tu habitación nada mas despertarte, hasta que no seas capaz de soportar cada caída, hasta que no seas tan fuerte como para gritar, correr, y hacerlo tan fuerte, que nadie sea capaz de entrometerse en tu camino, que todo el resto caiga a tus pies, todo lo contrario que hicieron en tiempos pasados, aquellos tiempos en los que borraron esa sonrisa de tu cara e hicieron que tus ojos adaptasen un color rojo extraño, debido al exceso de humedad en tan poco tiempo.
Hoy, lo haré por mí, me miraré al espejo, y veré la alegría personificada, junto con el brillo de unos ojos marrones chispeantes, demostraré a mi una amiga, que tiene que seguir adelante, porque estaré ahí para acompañarla en cada uno de sus pasos, y veré como lentamente se levanta la fortaleza de su gran sonrisa en la punta de la torre de la ilusión. Demostraré a otra que voy a cumplir nuestra promesa, que seguiré siendo la misma de siempre, que seré fiel a mis principios, y me levantaré cada mañana pensando que todo irá bien, y que aun quedan muchas cosas buenas por vivir.
Y demostraré también a otra de las personas tan importantes para mí, que nunca va a cesar el gran e inconfundible sonido que provoca mi risa en las cuevas de la vida, y que cuando crea que han cesado, el eco rebotará y volverá a escucharla de nuevo, y una vez más, esa risa será contagiosa, y a ella volverá esa sonrisa que me encanta ver, donde y cuando sea. Quiero demostrar a mi hermano que, una vez más tiene otro motivo para estar orgulloso de su hermana pequeña, y que no se equivocó jamás diciéndome que nunca debía rendirme, que era lo último que podía hacer, y en día que de verdad me rindiese, el día que de verdad abandonase la partida, ya no habría vuelta atrás, que las cosas cambiarían, y se siempre sería una guerrera de la vida, la fiera que pisa fuerte y demuestra que se comerá todo lo amenazante, este trocito es para ti, gracias, hoy por hoy, soy como soy, porque llegaste justo en el momento preciso, el momento en el que esta niña estaba sentada en el suelo, llorando, sin la mirada fijada de un punto determinado, llegaste tú, y me levantate mientras pronunciabas estas palabras: “Vamos, adelante, sé que podrás con ello, yo confío de ti, te quiero enana” gracias a ti, y a la fe y la fuerza que pusiste en mi poder, y solo espero ser como me enseñaste.
Hoy, después de inexplicablemente, después de unas simples palabras de unas, personas, por así decirlo, aunque a veces hasta creo que ni lo son, pero ni siquiera merece la pena meterse en el tema, porque como he dicho, son personas sin valor excesivo, he comprendido que debo seguir siendo fiel a mí misma, quiero vivir sin prisas, y esperar pacientemente los buenos momentos que me esperan por vivir, porque en alguna parte del mundo, hay un botón que alguien algún día alguien accionará y en ese justo momento, no veré nada del revés y la vida, por fin me sonreirá.
Solo puedo deciros, que busquéis eso que os hace felices, ya puede ser una meta, un sueño por cumplir que desde siempre rondaba en nuestras mentes, desde antes de tener conocimiento de las cosas, y de su verdadera importancia y que no os dejéis llevar por esas palabras que la gente solo pronuncia con el único objetivo de hundirnos completa y absolutamente.
Hay que vivir cada minuto de la vida que nos brindaron, pero sin prisas, viviendo cada momento importante de nuestra vida, y almacenando los recuerdos que se volverán inolvidables hasta el último día de nuestra existencia, esos recuerdos, anécdotas que contaremos a los pequeños de nuestras futuras generaciones. Vivid disfrutando de cada momento bonito planificado por algo o alguien para cada uno de nosotros, disfrutad de las risas con las gente a la que de verdad queréis, abrazad siempre que podáis a vuestros hermanos, nunca se sabe cuando la vida de cohibirá del placer de entrar en su cuarto y decirle que le quieres, así sin motivo aparente. Enamoraros, poco a poco, que no os importe lo que piensen, solo buscad cada uno de los ingredientes que constituyen la receta de la ansiada felicidad. Hacedlo de tal manera que podáis decirle a esa persona que la queréis, y podáis hacerlo sin miedo alguno a las consecuencias que acarreen vuestras palabras, y que podáis disfrutar de la felicidad que provocan vuestras palabras, reflejada en su rostro.
No perdáis tiempo en cosas que os hagan sufrir, porque a veces, o mejor dicho, la gran mayoría de las veces, no merece la pena, no os cerréis en banda a una sola persona, quizás tengáis enfrente a la persona mas indicada, y, desgraciadamente no nos damos cuenta.
Nunca es demasiado tarde para hacer frente a lo que de verdad se siente, y una vez más, ser mas fuerte que un terremoto, y pasar de una manera increíblemente fácil de todas las barreras que nos impiden actuar según el corazón pide, y dejarlo actuar como el quiere, dejar que detrás de cada palabra de amor se esconda un sentimiento de verdad, sincero, y un corazón acelerado por al presencia de esa persona tan especial. A veces me pregunto en que punto exacto del mundo, de la existencia común se quedó la parte de mí que es totalmente independiente de la gente que la quiere, porque hoy por hoy, aunque haya madurado, aunque haya crecido, aunque ya no necesite muchas cosas para vivir feliz, sigo necesitando a mis amigas y hermanos a mi lado, porque sin ellos nada sería igual, porque cada uno de ellos, tiene una gota de sangre que de derrama cuando alguno de ellos no está o sencillamente su estado de ánimo es decaído.

Gracias por leer, recuerda que tu fidelidad me hace feliz, no olvides dejar tu comentario, opinar sobre esta entrada.
Me gustaría recomendarte también la lectura de esta otra entrada de mi blog: Solo es buscar el lado bueno.
Un besito, Babi.

No hay comentarios: